Impregnamos nuestros productos con un avanzado impregnante de base acuosa apto para el contacto con alimentos que proporciona una excelente protección contra las manchas y el desgaste a largo plazo y es totalmente respetuoso con el medio ambiente. El mantenimiento de nuestros productos requiere muy poco esfuerzo.
Mantenimiento diario
El mantenimiento de nuestros productos de hormigón es muy sencillo. Un paño húmedo, un limpiador suave con pH neutro o cloro, o simplemente agua jabonosa es todo lo que necesitará. Seque la superficie húmeda con una toalla de papel o una toalla.
Evite los limpiadores ácidos y los de base disolvente. Las esponjas abrasivas, los rascadores o los cepillos ásperos tampoco son adecuados para la limpieza, ya que pueden rayar y dañar la superficie. El hormigón dañado puede absorber suciedad en el futuro y pueden aparecer manchas visibles en su superficie.
Manchas
Nuestros productos de hormigón son muy resistentes a las manchas. La superficie impregnada está protegida contra los alimentos más comunes que se consumen en casa (vino tinto, remolacha, zumo de limón, aceite, etc.). No obstante, siempre recomendamos limpiar la superficie en cuanto note impurezas. Es especialmente importante eliminar cuanto antes las manchas de esmalte de uñas, tinte de pelo o mostaza. Las manchas pueden aparecer en zonas que previamente han sufrido daños mecánicos o que la propia superficie ha sido maltratada.
Si aparece una mancha en la superficie de hormigón, intente limpiarla primero con una lejía que contenga cloro. Si utiliza lejía concentrada, asegúrese de diluirla con agua en las proporciones especificadas por el fabricante. A continuación, coloque una esponja o paño blanqueado sobre la mancha y déjelo hasta que desaparezca. Esto puede tardar desde unos minutos hasta unas horas, dependiendo de la naturaleza de la mancha y del tiempo que el producto que la causó haya permanecido sobre la superficie. No se preocupe, la lejía no dañará la superficie.
Arañazos
No corte alimentos sobre una superficie de hormigón, utilice siempre tablas de cortar. El cuchillo puede dañar el material impermeabilizante y en esas zonas la superficie puede empezar a absorber suciedad en el futuro. La superficie de hormigón también puede dañarse al empujar objetos pesados o de fondo rugoso sobre ella. Todos los arañazos pueden eliminarse lijando suavemente y volviendo a impregnar la superficie.
Calor
La superficie de hormigón impregnado es resistente al calor hasta 260˚C. Aunque la olla sacada de la estufa no debe dejar marcas en la superficie de hormigón, le recomendamos que utilice siempre bandejas protectoras. Esto es necesario para que no aparezcan microfisuras en el hormigón bajo la impregnación.
Reimpregnación
Con un cuidado adecuado de la superficie no es necesaria una reimpregnación periódica. Sin embargo, si la superficie está dañada mecánicamente, recomendamos hacerlo. Póngase en contacto con nosotros y le proporcionaremos toda la ayuda que necesite para impregnar adecuadamente su producto existente o lo haremos por usted.